Hace mucho tenía ganas de conocer Praga, había dos razones que me motivaban: de joven leí La Metamorfosis de Franz Kafka y me interesé por la fotografía de Jan Saudek, así que un día decidí saciar esas ganas y visitarla. Praga tiene muchos encantos: su invierno, es bohemia, mágica, por ratos gris y lluviosa, pero a la vez dorada, que pareciera se hubiera quedado en el pasado, en la época medieval, con sus antiguos tranvías, sus mágicas torres, sus callejuelas de piedra, sus tienditas con encanto y sus bares bohemios donde puedes disfrutar de una buena cerveza mientras alguien toca el piano.
El Cristal de Bohemia
Caminando por el barrio antiguo nos encontraremos con la plaza central de Praga donde está la iglesia de Nuestra Señora de Tyn y el increible reloj astronómico. En los alrededores de la plaza podemos visitar las tiendas de cristalería donde se venden y exponen obras hechas con el finisimo cristal de Bohemia. También se puede coger un tour guiado para conocer las fábricas que están en las afueras de la ciudad, donde se ve el proceso de fabricación de uno de los cristales más preciados del mundo. Cabe mencionar que a dos horas de Praga está uno de los pueblitos más preciosos de la Republica Checa, Karlovy Vary, donde se encuentra Moser, una de las fábricas más importantes de cristal de Bohemia, que se encarga de abastecer de copas, vasos y piezas de diseño a muchas de las monarquías y aristócratas del mundo. En esta fábrica te enseñan todo el proceso por el que pasa el cristal, ves a los artesanos trabajar, tubo de hierro en mano van soplando el cristal en estado viscoso, luego lo moldean hasta darle la forma que quieran conseguir, vas viendo cómo el vidrio va pasando de un color rojo oscuro al verde, ésta es la señal del enfriamiento. Al final las piezas pasan por los diseñadores que se encargan de tallar, pintar, agregar láminas de oro, todo depende del diseño que ellos hayan pensado. Para terminar la visita a la fábrica hay una exposición de vasos, jarras, tasas, copas, vidrio tallado con diseños impensables que uno puede apreciar y comprar. Cada pieza de decoración de cristal de Bohemia de Moser, suelen ser únicas, no la volverás a ver en otro lugar.
Praga a Pie
Siguiendo con nuestro recorrido iremos tras los pasos de Kafka y nos adentraremos en las callejuelas, edificios, bares y tabernas que le sirvieron de inspiraron a la hora de escribir sus libros. Luego de la caminata podemos hacer un descanso y saborear uno de los mejores cafes en el café Slavia, fundado en 1884 fue lugar de encuentro de artistas, escritores y músicos. Luego podemos seguir unas cuatro cuadras al sur, hacia Novo Mesto (Ciudad Nueva) la Praga Moderna y llegaremos a la Casa Danzante de Frank Gehry, una obra de arte de la arquitectura moderna.
En varios momentos de nuestra caminata nos encontraremos con el río Moldava el cual os aconsejo cruzarlo por primera vez por el puente Carlos IV, que se empezó a construir durante el reinado del emperador del Sacro Imperio Romano y se terminó en 1402. Muchas leyendas versan sobre la construcción de este puente, una de ellas es la utilización de yemas de huevo en la mezcla utilizada para la unión de los bloques de piedra. Por la noche, desde el puente podemos ver el castillo de Praga iluminado, una imagen de postal.
Cruzando el puente, en el barrio de Malá Strada, se encuentra el museo Franz Kafka, un lugar que los amantes de la literatura no deben dejar de visitar. Luego podemos subir caminando hacia el barrio de Hradcany, recorrer el callejón del oro, visitar el castillo, la catedral de San Vito y el Palacio Real. Al terminar el recorrido podemos volver al centro de la ciudad en tranvía y disfrutar de las vistas de Praga desde sus ventanas escuchando el ruido de los vagones a su paso por las calles estrechas de la ciudad y transportarnos a otra época.
Por la noche no podemos dejar de visitar el U Fleku, una taberna restaurante donde se puede degustar de la mejor comida tipica, acompañada siempre de los grandes vasos de medio litro de cerveza, escuchando música en vivo y disfrutando de un ambiente agradable.
Después de una noche bohemia, seguro despertaremos tarde, saldremos a caminar por el barrio, nos tomaremos un café y nos sentiremos como unos vecinos más de esta hermosa ciudad. Muy relajados caminaremos dejando que la ciudad nos muestre sus encantos, tiendas de juguetes de madera, títeres y marionetas, galerías de arte, tiendas de jóvenes diseñadores de ropa, tienditas donde comprar regalos y souvenirs. En esta caminata podemos pasar por la Galeria Jana Saudka, en la calle Celetná 599/9, Barrio 1, ahí se encuentra una exposición permanente del reconocido fotógrafo Jan Saudek, para los amantes de la fotografía es un deleite el poder ver fotos originales del artista y si el bolsillo lo permite, aventurarse a comprar alguna.